El solsticio de verano marca un fenómeno particular en Sevilla, España. Y este es el punto de partida para el desarrollo de la marca Ciudad elegida por concurso.
La marca ciudad Sevilla nace a raíz del ‘Concurso de Proyectos para la creación de la marca ciudad Sevilla y para el desarrollo de su estrategia de lanzamiento e implantación’ convocado por el Área de Hábitat, Cultura y Turismo de Sevilla.
En este marco, nace la necesidad de la creación de una marca capaz de narrar la ciudad en toda su riqueza y diversidad, "partiendo de un relato, compartido, que permita vivir Sevilla integrando al ciudadano y a aquel que nos visita, y también a inversores, empresarios y profesionales de dentro y fuera de nuestra ciudad que deciden apostar para desarrollar sus proyectos”.
“La ciudad de Sevilla tiene unos escenarios sobradamente conocidos. Pero más allá de esos símbolos universales, siempre hay una Sevilla por conocer. Una ciudad misteriosa. Enigmática. Llena de miradas y contrastes. El briefing del proyecto de la nueva marca ciudad quería recoger esa mirada más amplia y contemporánea. Y para ello se hacía necesario resaltar un relato compartido de la ciudad.”
Con el fin de aportar esa visión de lo que debe ser la ciudad, el jurado ha estado formado por 12 profesionales de diferentes ámbitos para aportar una mirada global. En total hubo una veintena de estudios que participaron.
De los 5 finalistas, ha sido Lugadero el estudio el seleccionado para llevar a cabo el proyecto. La propuesta ha sido, por tanto, la invitada para la conceptualización y creación de la marca ciudad Sevilla y el desarrollo de la estrategia de lanzamiento e implantación, por un importe máximo de 28.000,00 (IVA excluido).
Cada 21 de junio a las 14.00 horas el sol se sitúa en su máxima altura e incide en el mismo ángulo, a 76 grados, dando lugar a un espectáculo de las sombras en la ciudad de Sevilla. Tomando esto como punto de partida, el Estudio Lugadero, desarrolla un Isotipo y sistema visual para estructurar la narrativa
“El isologo queda construido a partir del propio logotipo en fuente Klarheit Grotesk, en su variable extrabold. Mientras que la sombra de esa figura a 76 grados funciona a modo de isotipo. La paleta de color de la nueva marca ciudad Sevilla tiene como base los colores que son reconocibles en los diferentes cielos de la ciudad. Cielos que corresponden a las diferentes épocas del año y a las horas del día”.
“Un elemento esencial de la identidad visual son los 76 grados. Este rasgo de la luz y la sombra actúa como elemento que vertebra el sistema. Los grados expresan el concepto general de la marca y aportan un elemento visual añadido mediante diagonales. Y respecto al sistema verbal: “Muy famosa. Muy desconocida”, “Descubre la Sevilla que no ves” y “Hola Mundo, soy Sevilla” son los tres lemas con los que se presenta.
Análisis.
Un nuevo proyecto de Marca Ciudad resuelto a través de un Concurso. En este caso y según la gacetilla de prensa, a partir de una brief definido, una selección de estudios y un jurado representativo. Hasta aquí, los pasos mínimos para un proyecto de esta escala. Pero como suele suceder, el resultado no convence. A primera vista el proyecto impacta por su unidad de estilo, su elemento diferencial (76°) y por sus colores llamativos. Pero a medida que nos adentramos empiezan a emanar los vicios de siempre:
Baja Calidad gráfica: El isologo no tiene capacidad de trabajar por sí mismo, se ve en las últimas aplicaciones cuando sacado de contexto es inteligible. Y el logotipo por si solo carece de individualidad por lo que inevitablemente tiene que usarse todo en conjunto.
Baja capacidad emblemática: Si bien el proyecto es interesante en si mismo, no adquiere la envergadura de Marca Ciudad para firmar mensajes institucionales, políticos o respaldar a grandes empresas, ya que quedaría por debajo de estas. No transmite la necesaria institucionalidad que requiere este tipo de identificadores. Es, por ejemplo, mas "Marca Ciudad" en cuanto a estructura y formato el proyecto desarrollado por Summa para el equipo de futbol del mismo lugar (enlace)
Por otro lado, la presentación abusa de los típicos tópicos, recurriendo a la argumentación para subsanar el diseño, justificando la elección de los colores con argumentos ingenuos, hablando en primera persona como si fuera un producto de consumo. Queda ver si logra cumplir el requisitos más elemental: Perdurar en el tiempo.
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