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Foto del escritorValeria Chevalier

¿Qué es el Restyling?

Actualizado: 4 sept

El restyling consiste en el rediseño de la identidad visual de una marca, sin alterar demasiado los elementos visuales que la caracterizan, pero dándole un aspecto más moderno y actual, conservando la esencia de la marca.


 


 

En el transcurso de la vida de una empresa, puede que su identidad visual, al igual que muchos otros elementos, necesiten una transformación.


Un logotipo abre un “espacio” en la mente del público que se va llenando de significados a lo largo del tiempo por medio de la comunicación y la experiencia de consumo. Por esta razón, una marca antigua suele tener más valor que una nueva, pues ha tenido más tiempo para concentrar valores que diferencien al producto, empresa o servicio al que representa.

Pero una marca es un actor en una sociedad en continuo cambio, así que llega un momento en el que su imagen queda obsoleta, porque las técnicas de reproducción, las claves visuales y las tendencias han evolucionado. Cuando esto se hace evidente, se suele llegar a una conclusión: “es el momento de hacer cambios en la marca”. Pero ¿cuándo se necesita un rediseño? ¿cambiamos un poco la marca o diseñamos un nuevo logotipo desde cero? Estas son algunas de las preguntas que puede plantearse la empresa cuando está pasando por este proceso.

A grandes arasgos, existen dos opciones: el Restyling y el Rebranding.

Si bien a primera vista parecen lo mismo, el fondo es totalmente distinto. Trabajando una sobre la imagen y la otra sobre la identidad. En esta ocasión hablaremos particularmente del restyling.



 

Rediseño visual


Este proceso consiste en actualizar una marca gráfica existente con el fin de modernizarla y adaptarla a una nueva circunstancia de la marca o exigencias del mercado. Aquí se pueden cambiar el logotipo, el símbolo, los colores, la tipografía, composición e ilustraciones. Lo que no debe modificarse es el concepto y el nombre, manteniendo las bases que lo hacen identificable.


De esta forma, después del cambio, la marca sigue siendo perfectamente reconocible por su público, pero ya no se ve anticuada ni obsoleta. Además, como el cambio es leve, se puede actualizar de forma progresiva en el material corporativo, planificando un período de transición en el que convivan la versión antigua y la nueva.


 

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