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Foto del escritorIsmael Guzmán

Marcas en la política argentina

Actualizado: 25 jul

Un repaso por las marcas gráficas de los principales partidos políticos argentinos, en el marco de las elecciones parlamentarias 2017.


 
 

En la Argentina se desarrollaron las elecciones Primarias abiertas, simultaneas y obligatorias (PASO), que definieron candidatos a Diputados, Senadores y Legisladores para la elección de Octubre de 2017.1 En ese marco, ponemos en contexto las marcas y repasamos brevemente los símbolos y logotipos de las tres principales alianzas políticas en el ámbito de la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que en conjunto representan más del 40% del electorado en todo el país.


 
 

​Unidad Ciudadana. Partido que se formó para estas elecciones, integrado por diversas corrientes políticas con base en el gobierno anterior (1). Aquí la marca gráfica se compone de un símbolo y un logotipo, con una tipografía sans serif en minúsculas, retomando la estructura de marca de la gestión anterior (2), buscando transmitir una continuidad de principios entre un proceso y otro. El conjunto apela a símbolos ya reconocidos en el ámbito político argentino, y con una gran carga simbólica, como el icono del sol y el color celeste, ambos elementos presentes en la bandera nacional. Si bien es una marca que recién comienza a funcionar, emplea aplicaciones simples y coherentes con sus signos gráficos, lo que favorece el reconocimiento y la identificación por parte del público. Se verifican algunas deficiencias en la arquitectura de marcas, en la convivencia del signo principal con las marcas derivadas o aliadas a la unidad política, que utilizan distintos recursos de identificación dentro del mismo Partido (3), generandose una dispersión del potencial marcario.


 


 

Un País. Una marca que también nace en el contexto de estas elecciones, reuniendo diversos líderes políticos bajo una nueva denominación. En este caso la fusión de palabras genera una unidad formalmente integrada. Como en otras elecciones, el partido presenta una nueva marca y repite similar metodología para la construcción de sus signos gráficos:

(1) El número 1 se funde con la inicial mayúscula «P», (2) La cinta con colores de la bandera argentina para construir la «N», (3) El signo «más» unido a la letra «a», se utiliza para reconstruir el apellido del líder del partido (Massa).

Más allá de repetir la fórmula, resulta notoria la estrategia de modificar la marca en cada elección, perdiendo el capital marcario construido en comicios anteriores. Aquí la aplicación de la marca es estable y acorde a la nueva identidad.

 


 

Cambiemos. El partido continúa con la marca que inauguro en la elección presidencial de 2015, que lo llevo al gobierno conformando una alianza entre tres partidos. La marca gráfica se compone de un Logotipo y un elemento accesorio estable conformado por una guarda de colores, que supone la articulación de los distintos partidos y actúa como elemento estabilizador de la gráfica. Este sistema alberga distintos candidatos y regiones respetando la estructura y jerarquía. Resulta fácil reconocer sus derivaciones gráficas. La tipografía y el tono colaboran a mantener homogéneos los diversos mensajes.

Conclusiones. A priori, los casos de Unidad Ciudadana y Un país se podrían ubicar dentro de una misma categoría: marcas con referencias a los clásicos símbolos políticos adecuadas a los nuevos tiempos a través de sistemas dinámicos, tipografías claras, combinación de colores puros y flexibilidad para adaptarse a todos los formatos. El tercer caso se desmarca un poco de la categoría y trae recursos habituales de la identificación corporativa a la comunicación política. En este sentido, su sistema es el que mejor se adecúa a los requisitos de identificación en términos prácticos y de uniformidad en la construcción de la imagen visual.

Un apartado para los nombres de las alianzas, un elemento clave en este ámbito: el primer caso se renueva con una combinación de palabras que suma 15 letras (Unidad Ciudadana), el segundo caso inaugura un nombre demasiado genérico (Un País), y el ultimo mantiene su forma verbal ya adquirida, y su nombre cumple con una función importante de la gestión de los identificadores: establecer la palabra «Cambiemos» como caja receptora de contenidos, en la cual cada público deposita ideas y asigna significados.

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